brindándome tú aroma de mirto y de jazmín,
me bordarás un manto de bellas mariposas
y pétalos de rosas cubriendo mi jardín.
Serás un fresco arroyo en tórrido verano
calmando con tus aguas mi sed y mi sopor,
abanicarán mis sueños las palmas de tus manos
y dormiré a la sombra de tu ángel protector.
Te irás en el otoño, huyendo con las hojas
que vuelan sin destino con viento a su favor,
dejando mi alma triste, cargada de congojas
muy sola y desvalida llorando por tu amor.
Serás en el invierno promesas de regreso,
te buscaré en la ausencia con loco frenesí,
y en mi febril delirio tal vez yo te de un beso
en los labios traviesos que nunca conocí.
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1 comentario:
Lindo poema... te visito por vez primera y me sorprende que aún me gustan los versos que riman. Me reordaste a José Ángel Buesa.
Saludos, gracias por visitarme.
Un abrazo.
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