que recorro el mundo.
¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!
Quien vive de prisa no vive de veras,
quien no echa raíces no puede dar frutos.
Ser río que recorre, ser nube que pasa,
sin dejar recuerdo ni rastro ninguno,
es triste y más triste para quien se siente
nube en lo elevado, río en lo profundo.
Quisiera ser árbol mejor que ser ave,
quisiera ser leño mejor que ser humo;
y al viaje que cansa
prefiero terruño;
la ciudad nativa con sus campanarios,
arcaicos balcones, portales vetustos
y calles estrechas, como si las casas
tampoco quisieran separarse mucho...
Estoy en la orilla
de un sendero abrupto.
Miro la serpiente de la carretera
que en cada montaña da vueltas a un nudo;
y entonces comprendo que el camino es largo,
que el terreno es brusco,
que la cuesta es ardua,
que el paisaje es mustio...
¡Señor! ¡Ya me canso de viajar! ¡Ya siento
nostalgia, ya ansío descansar muy junto
de los míos!... Todos rodearán mi asiento
para que les diga mis penas y mis triunfos;
y yo, a la manera del que recorriera
un álbum de cromos, contaré con gusto
las mil y una noches de mis aventuras
y acabaré en esta frase de infortunio:
—¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!
3 comentarios:
¡¡que bonito!!
Deja ya de caminar encuentro un lugar agradable, donde descancansar y echar raices profundas, sentir el cariño, darlo, para descubrir que tu vida es valiosa porque has sabido encontrar gente estupenda con la cual puedes contarle tus aventuras y que te recordaran.
Con cariño
Mari
¡Hola!
Vine a ponerme al día, qué alegría encontrar poemas, las últimas veces que vine no habías puesto nada nuevo, bueno, hace tiempo que no venía jeje.
Saludos y besos.
Hola Luis
Tengo un premio para ti, pásate por mi blog a recogerlo;
http://lasonyadora.blogspot.com
Erika
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